Creo que la gran mayoría coincidimos en tener la percepción de que el tiempo pasa muy deprisa. Evidentemente, eso no es así, pues el tiempo pasa como tiene que pasar, a razón de 60 segundos por minuto y otros 60 minutos por hora ... No obstante, me da la impresión de que ha volado durante este verano, pues ya estamos aquí, en puertas de una nueva temporada, realizando los primeros entrenamientos, "saboreando" las primeras agujetas.
La pasada temporada la acabé con muy mal sabor de boca, razón por la que decidí olvidarme de la marcha durante un largo tiempo, que al final ha resultado ser de cinco semanas. En este tiempo he aprovechado para disfrutar de otras de mis pasiones, el triatlón.
La pasada temporada la acabé con muy mal sabor de boca, razón por la que decidí olvidarme de la marcha durante un largo tiempo, que al final ha resultado ser de cinco semanas. En este tiempo he aprovechado para disfrutar de otras de mis pasiones, el triatlón.
Sin apenas entrenar nada, sin solución de continuidad, me presenté en mi primera competición del verano, un acuatlón, que consiste en correr, nadar y
correr. Fue en Chiclana, donde disfruté como una enana. La prueba era de 2,5 kilómetros corriendo, 1 kilómetro de natación y otros 2,5 kilómetros a pie sobre la arena de la playa. Resultó duro, pues había pasado apenas una semana desde mi campeonato de España y no había tenido tiempo para
adaptarme muscularmente a la carrera. Pero bueno, se trataba de disfrutar, de olvidar
un poco el estrés y la responsabilidad de cumplir y hacerlo bien en un deporte
que no era el mio. Bien es verdad que la que compite es competitiva al 100%
y en todas las situaciones.
Sin apenas volver a entrenar nada entre
semana acudí a otro acuatlón, esta vez en Marbella, y sobre la
misma distancia. Me encontré ya algo mas suelta a pie y, quizás, algo más
recuperada de la anemia con la que había acabado mi temporada atlética (34
de hematocrito, cuando suelo mantenerlo por encima de 40 durante todo el
año). Esa fue una de las razones por las que
creo que no rendí como esperaba en las últimas competiciones de mi
temporada.
Le siguió otra semana de relax, cogiendo la bici
tan sólo un par de días para recordar qué era eso del equilibrio y de rodar
unos kilómetros. Y llegó mi primer triatlón de la temporada de verano, el del Campeonato de Andalucía distancia sprint, en Estepona, tan sólo una semana
después de mi ultimo acuatlón en Marbella. El circuito en bici era muy duro, con una gran
subida de casi 1 kilómetro, en el que me quedaba de cada grupo que me pasaba. Sin
apenas entrenamientos en mis piernas, sufrí, sufrí y sufrí, algo a lo que estoy
acostumbrada en mi día a día. Por fin llegaron los 5 kilómetros de carrera, donde en
principio me desenvuelvo mejor. Y así fue, no en vano fui cazando poco a poco a gente,
encontrándome mejor y mejor, para acabar con un tiempo de carrera de 21.55, que, curiosamente, es la misma marca personal que tengo en 5 kilómetros marcha. Ahí te das cuenta de lo rápido que se va
marchando y de lo duro que es correr más lento de lo que una marcha. Finalmente entré en meta con un tiempo de 1h29´ y proclamándome Campeona de Andalucía de mi
grupo de edad, 30-34. ¡Qué orgullo y que ilusión me hizo!, porque puedo decir que
este año he sido Campeona de Andalucía en dos deportes completamente
diferentes. Me hacia también mucha ilusión competir
con mi nuevo club de triatlón, Ultrafondo Guadix, quienes me han acogido con
mucho cariño e ilusión, la misma con la que he fichado por ellos.
Pasó otra semana más de vacaciones y ni un
día más de entrenamientos y allá que voy a otro triatlón, esta vez
en Posadas, Cordoba, uno de los de mayor solera y tradición en nuestra tierra. De nuevo fue sobre distancia sprint, 750 metros de natación, 20 kilómetros en bici y 5 kilómetros corriendo. Estaba claro que sin preparación ninguna no podía esperar
mucho de mi resultado. Tras una buena natación, el fuerte calor y un duro
circuito en bici me hicieron pasar uno de los momentos en los que no recordaba
sufrir tanto, y es ahí cuando te das cuenta hasta qué punto un atleta está
dispuesto y capacitado para sufrir. Hice la transición a la carrera completamente deshidratada, por lo que apenas pude disfrutar de la carrera, pero aguanté,
intenté disfrutar de otro deporte que me apasiona. Resultó otra grata experiencia en la
que sufrí, luché y disfruté.
Había pasado cuatro fines de semanas compitiendo y no
iba a ser menos el siguiente, sobre todo porque me había comprometido con
alguien que me apoya, que me sigue y que me está ayudando. Asistí como invitada
a la Carrera Popular Feria de Mijas, encantada y con mucha ilusión. Fue un fin
de semana bonito, una carrera preciosa, donde no sólo disfrutaron los pequeños
atletas, sino también deportistas de la talla de Esther Hidalgo, varias veces
medallista nacional, o el atleta olímpico Álvaro Fernandez. Para mi sorpresa, conseguí subir al podium junto a mi gran amiga y mejor atleta, Esther
Hidalgo.
www.ellocoquecorre.com
Tras este mes de acuatlones, triatlones
y carreras populares toca ponerse las zapatillas y empezar a marchar, muy
poquito a poco, porque, tras más de cinco semanas, es duro de nuevo adaptarse a la
técnica. Es duro intentar ponerte en forma en tan sólo dos semanas para asistir a
una gran competición internacional a la que, por segunda vez, he sido invitada
como atleta internacional.
El próximo 14 de septiembre participaré en la final de la Copa de Rusia de marcha, que se celebrará en la localidad de
Voronovo, cercana a Moscú. Con toda la ilusión que pueda tener, estoy
preparando en este corto periodo de tiempo una importante competición en la que
espero cumplir, disfrutar y darlo todo de mí, algo que hago siempre que me pongo un dorsal. Está claro que en tan sólo 15
días no te da tiempo a tener un estado de forma como el que he logrado alcanzar
esta temporada, pero también me he dado cuenta de que todo el trabajo duro de una
larga temporada esta ahí, en las piernas, y que el cuerpo es sabio y
rápidamente se van cogiendo sensaciones y ritmos.
Aún me queda una semana para viajar a la
ciudad moscovita, y los nervios ya me van invadiendo, porque se que me pondré un
dorsal, volveré a tener esas sensaciones de euforia, ansiedad por querer
hacerlo bien, pero, sobre todo, de volver a hacer lo que más me gusta del mundo,
"marchar". Seré la única atleta española presente en esta prueba y
lucharé por estar entre las mejores, como ya hice la temporada pasada, cuando finalicé en 8ª posición.
Así ha transcurrido mi verano, periodo
en el que necesitaba desconectar, descansar, disfrutar de otras cosas, pero
seguir haciendo algo de deporte, ¡porque no puedo vivir sin él!
Para mí la temporada 2013 aún no esta
acabada. Ni siquiera me he planteado los objetivos para la próxima temporada.
Mi mente y mi cuerpo siguen en parte de vacaciones, porque lo necesito, porque
tengo que recuperar más fuerzas que nunca para volver a hacer una mejor
temporada. Este viaje a Moscú es una pequeña recompensa para un largo y duro
año en el que, a pesar de haber logrado mis mejores resultados deportivos,
no me ha hecho sentir realizada con todo el trabajo y sacrificio realizado. Fue
duro parar, dejar de intentar una mejor marca en la distancia olímpica, pero a
veces hay que saber decir ¡basta!
Y si de todo esto he aprendido algo es que seré más y más fuerte para la próxima temporada, en la que me conoceré mejor, porque, día a día, y temporada a temporada, junto a mi entrenador, Manolo
Segura, me sorprendo a mi misma de lo que soy capaz de hacer, de lo que me
puedo llegar a superar, y todos eso son pasos que se van dando y que te hacen
avanzar en un camino duro que tiene un claro objetivo: ¡llegar a unos juegos
olímpicos!